Gestión de los residuos radiactivos

Transparencia

La operación y el desmantelamiento de las instalaciones nucleares generan residuos radioactivos y combustible gastado que es necesario gestionar de manera segura.

Una de las directrices de la política medioambiental de Iberdrola Generación Nuclear es específica de los residuos radiactivos y el combustible nuclear gastado. La Sociedad se compromete a asumir su responsabilidad desde su generación hasta su definitiva transferencia a un gestor autorizado según las leyes vigentes al efecto. 

Es por tanto que Iberdrola Generación Nuclear no solo debe cumplir la legislación aplicable, sino que se compromete a promover y aplicar las mejores prácticas para minimizar el impacto medioambiental en la gestión de los residuos radiactivos procedentes de la operación y el desmantelamiento de sus centrales nucleares. En la actualidad todos las centrales nucleares operativas de Iberdrola están en España, pero si Iberdrola Generación Nuclear amplía sus intereses a otros países la compañía seguirá la legislación, regulaciones y requerimientos  aplicables, tanto nacionales  como internacionales.

  • En España, único caso aplicable actualmente a Iberdrola Generación Nuclear en esta materia, el marco legal y de gestión en vigor es el siguiente:

    El término residuo radiactivo se define en el artículo 2, apartado 9 de la Ley 25/1964, de 29 de abril, sobre energía nuclear (LEN):

    “Cualquier material o producto de desecho, para el cual no está previsto ningún uso, que contiene o está contaminado con radionucleidos en concentraciones o niveles de actividad superiores a los establecidos por el Ministerio de Industria y Energía, previo informe del Consejo de Seguridad Nuclear”.

    La clasificación de los residuos radiactivos en España se basa en la gestión final prevista, tal y como se refiere en los sucesivos informes nacionales sobre la Convención para la Seguridad de la Gestión del Combustible Gastado y de los Residuos Radiactivos (Convención Conjunta), que fue firmada en Viena el 5 de septiembre de 1997, siendo ratificada por España y publicada en el Boletín Oficial del Estado el 23 de abril de 2001.

    La clasificación tiene en cuenta la actividad inicial de los residuos y el periodo de semidesintegración de los radionucleidos que contienen mayoritariamente, que pueden ser de vida corta y media (menor de 30 años),  o bien de vida larga cuando su periodo de semidesintegración es superior a este valor. En la práctica, las distintas categorías de instalaciones son asimilables a los criterios de clasificación de residuos radiactivos adoptados por el Organismo Internacional de Energía Atómica (GSG-1) y la Comisión Europea:

    • Residuos radiactivos de baja y media actividad (RBMA) son aquellos cuya actividad se debe principalmente a la presencia de radionucleidos de periodo de semidesintegración corto o medio (inferior a 30 años), y cuyo contenido en radionucleidos de vida larga es muy bajo y se encuentra limitado. Los residuos radiactivos de muy baja actividad (RBBA) que forman un subconjunto de los anteriores y, que, en general, presentan actividades específicas entre 1 y 100 bequerelios por gramo, pudiendo llegar hasta varios miles en el caso de algunos radionucleidos de baja radio toxicidad o tratándose de cantidades pequeñas. En España tanto los RBMA como los RBBA se almacenan de forma definitiva en las instalaciones del C.A. El Cabril.
    • Residuos radiactivos de alta actividad (RAA), son los que contienen emisores alfa de vida larga, con período de semidesintegración superior a 30 años, en concentraciones apreciables y generen calor por efecto de la desintegración radiactiva, ya que su actividad específica es alta. El principal exponente de estos residuos es el combustible gastado descargado de los reactores nucleares. Actualmente se almacenan en las piscinas y en los almacenes temporales individualizados (ATIs) de las centrales nucleares.
    • Residuos especiales (RE), que se corresponden con los aditamentos del combustible nuclear, las fuentes neutrónicas, la instrumentación intranuclear usada o los componentes sustituidos provenientes del sistema de la vasija del reactor y componentes internos del reactor, generalmente de carácter metálico. Su gestión temporal y definitiva se plantea de una manera similar a la de los RAA. 

    De acuerdo con lo establecido en el artículo 38 bis de la LEN, la gestión de los residuos radiactivos en España, incluido el combustible gastado, y el desmantelamiento y clausura de las instalaciones nucleares, se categoriza como un servicio público esencial que se encomienda a la Empresa Nacional de Residuos Radiactivos, S.A. S.M.E. (Enresa), de acuerdo con el Plan General de Residuos Radiactivos aprobado (PGRR) por el Gobierno. 

    El PGRR constituye el documento oficial en el que ENRESA recoge las estrategias, las actuaciones necesarias y las soluciones técnicas a realizar a corto, medio y largo plazo, con el fin de hacer una gestión adecuada de los residuos radiactivos, el desmantelamiento y la clausura de las instalaciones nucleares y radiactivas y el resto de actuaciones inherentes, así como las medidas de orden económico y financiero que se precisen para acometerlas. 

    El Plan es elaborado por Enresa y aprobado por el Gobierno, a propuesta del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITERD), previo informe del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) y oídas las Comunidades Autónomas en materia de ordenación del territorio y medio ambiente, industria y agentes sociales, así como el público en general a través de la página web del MITERD. Del Plan aprobado se da cuenta, posteriormente, a las Cortes Generales. Se revisa y actualiza periódicamente.

    Desde la creación de ENRESA se han sucedido seis revisiones del Plan General de Residuos Radiactivos, que han marcado las líneas de actuación y los objetivos del sistema de gestión integral de los residuos que Iberdrola Generación Nuclear, como empresa propietaria y operadora de centrales nucleares ha ido incorporando, desarrollando e implantando. Actualmente se encuentra en la fase de final de tramitación el 7º PGRR.

    El objetivo de todas las etapas de la gestión de los residuos radiactivos y del combustible gastado es que haya medidas eficaces para proteger a los trabajadores, al público y al medio ambiente de los potenciales riesgos y efectos nocivos de las radiaciones ionizantes, tanto en el presente como en el futuro, tal como recoge la Convención Conjunta.

  • Residuos radiactivos en explotación

    De acuerdo con el Reglamento de Instalaciones Nucleares y Radiactivas (RD 1836/1999), para obtener y renovar la autorización de explotación, las centrales nucleares de Iberdrola Generación Nuclear deben presentar un Plan de Gestión de Residuos Radiactivos y del combustible gastado (PGRyCG) en coherencia con la estrategia nacional reflejada en el PGRR. El objeto del PGRyCG es recoger los criterios y métodos que aseguren que la gestión de los residuos radiactivos que se generan en la instalación sea segura, traceable y optimizada considerando los avances de la normativa y de la tecnología, y teniendo en cuenta:

    • La situación existente en la instalación, en cuanto a generación, gestión y, en su caso, evacuación de residuos.
    • La identificación de los orígenes de los residuos.
    • El estudio de las alternativas de los sistemas y procesos de gestión y de las mejoras en los mismos.
    • La justificación de la idoneidad de la gestión que se realice o la conveniencia de implantar mejoras.
    • La planificación de la implantación de las mejoras identificadas

    El plan se inscribe en el objetivo de la mejora de la gestión de los residuos generados en cada instalación. En particular, el titular de cada central debe mantener actualizado el inventario de sus residuos, minimizar su generación, reciclar y valorizar los residuos generados en la medida en que esto sea técnica y económicamente posible y acondicionar los materiales residuales finales para evacuarlos. El Plan sirve también para garantizar que no haya residuos radiactivos que sean evacuados por vías convencionales. 

    El PGRyCG considera el conjunto de riesgos, tanto radiológicos como de otro tipo, asociados a los residuos radiactivos, para definir soluciones globales.

    El Consejo de Seguridad Nuclear, organismo competente en España sobre Seguridad Nuclear y Protección Radiológica, aprueba el PGRyCG de las Centrales Nucleares y realiza inspecciones periódicas para verificar su cumplimiento. Adicionalmente, el Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA), como organismo responsable del cumplimiento del Tratado de No Proliferación, controla el inventario de combustible gastado que se almacena en las centrales.

    El contrato entre ENRESA y los titulares para la gestión de residuos radiactivos generados en la operación de las centrales nucleares y para su desmantelamiento fue aprobado por el Ministerio de Industria en el año 1989 y tiene una vigencia hasta el final del desmantelamiento de cada central. Dicho contrato tiene por objeto establecer los términos y condiciones en los que ENRESA presta los servicios de gestión de residuos y desmantelamiento de la Central. Durante a la operación ENRESA define las condiciones para la recepción de residuos de los productores y promueve las acciones necesarias de optimización; en tanto que los productores acondicionan los residuos generados según estas instrucciones y contribuyen a la optimización y mejora del sistema obtenido. 

    Como indica la directriz medioambiental de Iberdrola Generación Nuclear, la sociedad aplica los principios generales de prevención, reutilización, segregación y reciclaje, y valorización en la gestión de los residuos radiactivos en la medida en que sea técnica y económicamente viable.

    La prevención se basa en la utilización contenida de materias primas y en la limitación de materiales y productos a introducir en zona controlada para evitar su posible contaminación radiactiva. Una aplicación complementaria de este principio incluye reducciones significativas en la generación a través de:

    • Un adecuado control de procesos técnicos que generan residuos (i.e. minimizar las fugas, monitorear la eficacia de los filtros, etc.).
    • Modificar y mejorar los procesos (i.e. mejorar la eficacia de los desmineralizadores, aumentar la capacidad de compactación, etc).
    • Introducir procesos nuevos e innovadores (i.e. sistema de secado de los bidones, reanalizar los factores de escala para aumentar los márgenes, etc.).

    En cuanto a la reutilización, Iberdrola Generación Nuclear aplica este principio fomentando la utilización adicional de materiales que se han comprobado limpios y sin riesgo para el personal y para el control de la contaminación (reutilización de buzos de trabajo antes de su lavado, herramientas...).

    El principio de segregación y reciclaje trata de gestionar todos los residuos, incluidos los radiactivos, siguiendo los criterios de minimización en origen (para lo que se ha dotado de infraestructuras con las que segregar los residuos en puntos limpios en los que se recogen selectivamente los subproductos, y en los casos necesarios, dotándose de recursos humanos que realizan tareas específicas de medida directa de residuos radiactivos, para seleccionar y segregar los que no presentan contaminación). El fomento de la reutilización, así como de la segregación y reciclaje se realiza en las sesiones formativas que se imparten al personal en aspectos de medio ambiente y de protección radiológica.

    En cuanto a la valorización, Iberdrola Generación Nuclear tramita con gestores autorizados todos los subproductos recogidos (papel, cartón, chatarra, poda, plásticos...) con el fin de dar valor a aquéllos como solución prioritaria antes de considerarlos como residuos a eliminar.

    Por otro lado, en los casos en que es posible, Iberdrola Generación Nuclear también tramita con el organismo competente la obtención de autorizaciones de desclasificación de materiales del control regulador, como es el caso de aceites usados, chatarras metálicas o de lodos de muy baja actividad. Esta gestión permite minimizar el volumen de residuos radiactivos que se almacenan de forma definitiva en el C.A. El Cabril.

    Iberdrola Generación Nuclear fomenta, apoya y participa en los desarrollos, e innovaciones e investigaciones en esta área en coordinación con ENRESA, organismos de I&D y autoridades nacionales.

    Los indicadores de funcionamiento relacionados con los distintos tipos de residuos radiactivos se siguen y controlan en los correspondientes comités de los sistemas de gestión integrada de las centrales. Todas las actividades y procesos relacionados en Iberdrola Generación Nuclear con la gestión de los residuos radiactivos son vigilados y auditados por las unidades de garantía de calidad, que son independientes de la línea jerárquica operacional y solo rinden cuentas ante las direcciones generales de las centrales nucleares. Esto garantiza el adecuado planteamiento de las actividades de seguimiento, documentación, minimización y control de las tareas y procesos relacionados con los residuos radiactivos y su generación optimizada.

    Durante toda la vida de los proyectos se realizan Análisis de Seguridad de diferentes tipos y frecuencias. Específicamente, durante la fase de operación se pueden mencionar los siguientes, entre otros: auditorias anuales de aseguramiento de la calidad, auditorias bienales de revisión de la seguridad, revisión periódica de la seguridad con una frecuencia decenal. Todos ellos se realizan por el licenciatario, complementando las numerosas inspecciones realizadas por el organismo regulador.

    Residuos Radiactivos de desmantelamiento

    Como se ha mencionado anteriormente, según la LEN, la responsabilidad del desmantelamiento y clausura de las instalaciones nucleares y de la gestión de los residuos que se generan recae en ENRESA. Las estrategias previstas para el desmantelamiento de las centrales nucleares son establecidas por ENRESA en el PGRR.

    La financiación de todas las actividades del PGRR se llevará a cabo a través del «Fondo para la financiación de actividades del Plan General de Residuos Radiactivos» constituido a tal efecto, regulado por la disposición adicional sexta de la Ley 54/1997, de 27 de noviembre, declarada vigente por la Ley 24/2013, de 26 de diciembre. Según el RD 102/2014, ENRESA es responsable de efectuar los estudios técnicos y económico-financieros necesarios que tengan en cuenta los costes diferidos derivados de sus cometidos para establecer las necesidades económicas correspondientes y de Gestionar el Fondo para la financiación de las actividades del PGRR. El control de las actuaciones y planes de Enresa está legislado en el Artículo 10 del mismo RD.

    Iberdrola Generación Nuclear contribuye a las aportaciones al fondo del PGRR mediante el pago de una tasa sobre el kilovatio hora nuclear generado a lo largo de la vida de sus instalaciones. Esta tasa se regula en la Disposición Adicional Sexta de la Ley 54/1997.

    De acuerdo al artículo 6.c) del RD 102/2014, el PGRR debe contener “un inventario de todo el combustible nuclear gastado y los residuos radiactivos, así como las estimaciones de cantidades futuras, incluidas las procedentes de clausuras. En dicho inventario se indicará claramente la ubicación y la cantidad de combustible nuclear gastado y residuos radiactivos, de acuerdo con una clasificación que tenga en cuenta la gestión final prevista para los mismos”. El inventario estimado por Enresa es público, se encuentra en su página web y también se recoge en el PGRR.

    Según las últimas estimaciones de Enresa reflejadas en la versión revisada del 7ºPGRR (actualmente en proceso de aprobación), el desmantelamiento de las centrales nucleares españolas producirá aproximadamente 91.900 m3 de RBBA, 38.500 m3 de RBMA y 878 m3 de RE. Las cantidades correspondientes a las centrales de Iberdrola se estiman en aproximadamente 29.000 m3 de RBBA, 18.600 m3 de RBMA y 250 m3 de RE. La gestión de estos residuos de desmantelamiento es responsabilidad de ENRESA.